La semana de “Rosen”

En homenaje a la memoria de Don Rosen y a esa costumbre que hizo suya en la semana de la dulzura, recorrer la escuela y entregar a cada uno un bombón, queremos que esta sea su semana. Por eso compartimos las lineas que le dedicó el Prof. Néstor Aguirre

Una dulzura como de labios de la tarde, carnal, carnal, los rostros se ponen suaves en tardes de invierno como ésta, pero no es una semana, ni un día cualquiera, ya no.

Ahora que el profe Rosenberger tomó Licencia para alejarse y entendimos que una despedida no es una ruptura, sino el antecedente cortés y tierno de una breve separación. Como si solicitara una autorización precisamente porque se quiere mantener en la distancia un hilo cálido, un sentimiento agridulce, al que llamamos nostalgia

Tal vez sea esta la gran virtud de la semana cuando llegaba con el mismo caminar de siempre: intensidad sin estrépito, dulzura sin gestos excesivos, serena aceptación de lo inevitable, dulce momento imprescindible.

Su experiencia esencial fue esa ternura, de una semana efímera pero no como tantas otras. Una valiente ternura hacia la realidad entera, siempre tan vulnerable: «Qué mezcla de ternura y de derrota sagrada ante la dulzura de ese pequeño gesto»

Era la energía que nos salvaba de la finitud. La tenaz aceptación de la luz y la oscuridad, de la grandeza y la pequeñez, del amplio vuelo desde su mano hasta nosotros; bombones, caramelos, más ternura… la misma dulzura de siempre, de esta semana, y entonces los recuerdos vuelven. Ya no es la misma semana, acaso el aire enfrió aún más este invierno nostálgico sin él.

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